Para confirmar una cita o encargar un diseño personalizado, es obligatorio dejar una señal mínima de 30 €, que se realiza en persona o mediante Bizum al número 622100529, indicando en el concepto el nombre y apellido del cliente.
Si el cliente no acude a la cita o no avisa con al menos 24 h de antelación, perderá la señal.
La puntualidad es fundamental. Un retraso puede afectar al resto de citas del día y, en función del tiempo perdido, puede implicar un coste adicional o incluso la cancelación del servicio.
El repaso de un tatuaje sí se realiza, pero no es gratuito. El coste mínimo por repaso es de 30 €, y dependerá del tiempo necesario para completarlo. Es importante entender que, por muy bien que se ejecute el trabajo en el estudio, el resultado final no depende únicamente del tatuador, sino de los cuidados posteriores del cliente.
Cada persona tiene un umbral diferente frente al dolor. Si durante la sesión el cliente interrumpe el trabajo constantemente por quejas o pausas reiteradas, y no se puede completar el tatuaje en la sesión prevista, será necesario agendar una nueva cita y, por tanto, el importe final será superior al acordado inicialmente.
Se permite un único acompañante por cliente. Este debe comportarse adecuadamente y no interferir en el proceso. Si provoca distracciones, como risas, conversaciones constantes , puede hacer que el cliente se mueva y eso puede afectar gravemente la calidad del trazo.
Durante la sesión es esencial que el cliente permanezca lo más quieto posible. Para ayudar a relajarse recomendamos traer auriculares y escuchar su música favorita o mirar una serie o pelicula en su telefono durante la sesión.
El cliente debe acudir aseado y con ropa cómoda, vieja o de color oscuro. En ocasiones podemos manchar o rozar la ropa con la zona que estamos tatuando y no nos hacemos responsables por ello.
Nuestro compromiso es ofrecer el mejor trabajo posible. El del cliente es facilitar el proceso y cuidar correctamente el tatuaje una vez realizado para evitar disgustos innecesarios.
Nuestro trabajo es nuestro mejor reclamo. Por eso, lo hacemos siempre con el máximo cuidado y dedicación. Pero el resultado final no depende solo de nosotros.
Un tatuaje es como una comida semipreparada: si no respetas el tiempo y la temperatura indicados en la etiqueta, te lo comes crudo o quemado.
Lo mismo ocurre con un tatuaje: si no sigues las recomendaciones de cuidado, el resultado no será el esperado, por muy bien que lo hayamos realizado en el estudio.